Embarazo

Anemia en el embarazo

Entre el 20-50 % de las embarazadas sufren de anemia gestacional. ¿Cuáles son los síntomas de anemia en el embarazo y las causas más comunes?

Durante el embarazo el cuerpo de la mujer experimenta cambios relacionados con el crecimiento del bebé. Además, la madre debe proporcionar los nutrientes y los factores necesarios al correcto desarrollo del feto. Esto puede causar algunas molestias y trastornos ordinarios en las embarazadas.

Síntomas de anemia

  • Sensación de cansancio o debilidad
  • Palidez de piel y mucosas
  • Mareos
  • Falta de aire
  • Palpitaciones
  • Cefalalgia (dolor de cabeza)

¿Qué es la anemia?

A menudo las embarazadas sufren de anemia que es una disminución del porcentaje de glóbulos rojos y de los niveles de hemoglobina en la sangre. Según la OMS – Organización Mundial de la Salud – se habla de anemia cuando los niveles de hemoglobina están por debajo de 11 g/dl. Glóbulos rojos y hemoglobina son los componentes de la sangre que transportan el oxígeno en todos el organismo, por eso una variación de sus números puede ser dañina.

Anemia en las embarazadas

Entre el 20 y 50 % de las embarazadas sufren de anemia, aunque en muchos casos no es motivo de preocupación.

¿Es normal tener anemia en el embarazo?

La disminución del valor de la hemoglobina durante el embarazo es fisiológica, ya que necesariamente se produce un aumento del volumen plasmático de la sangre y, en consecuencia, una disminución del volumen eritrocitario.

Causas de la anemia en el embarazo

La anemia puede tener varias causas, algunas relacionadas con anomalías hereditarias de la hemoglobina o a infecciones como el VIH.

Durante el embarazo las causas más comunes de anemia son:

  • El aumento de volumen de la parte líquida de la sangre, lo que causa la anemia por dilución
  • Deficiencia de hierro, ácido fólico y otros micronutrientes.

Anemia por dilución: hemodilución

Es el tipo de anemia que más a menudo se encuentra en las embarazadas. Esta anemia es una anemia fisiológica del embarazo, siendo causada por cambios asociados al normal desarrollo del embarazo. A partir de la semana 6 de embarazo el volumen de la parte líquida de la sangre (el plasma) de la madre aumenta notablemente, mientras que el volumen de los glóbulos rojos aumenta en menor cantidad.  Esto causa una dilución de la sangre (hemodilución) que favorece los intercambios de oxígenos y nutrientes entre el cuerpo de la madre y el feto. Sin embargo, esta dilución causa una disminución de los niveles de hemoglobina en la sangre de la madre y entonces la anemia.

Anemia por deficiencia de hierro

Otro tipo de anemia muy común durante el embarazo está causada por deficiencia de hierro y otros micronutrientes.

Muy a menudo la embarazada experimenta una carencia de hierro debido a que la madre debe satisfacer las necesidades de hierro del feto y las suyas para la producción de los eritrocitos (glóbulos rojos).

Además, la anemia durante el embarazo puede ser causada por una deficiencia de ácido fólico o vitamina B, necesaria a la formación de los eritrocitos.

Síntomas de anemia

El diagnóstico de anemia se realiza con un examen de la sangre que mide el hematocrito, es decir, el porcentaje de células rojas en tu plasma y los gramos de hemoglobina en la sangre. Tu médico te hará un análisis de sangre para saber si tienes anemia en la primera consulta prenatal. Si resultaras anémica, el médico evaluará la causa y te explicará como restablecer el número de glóbulos rojos. Los suplementos de hierro y ácido fólico o comer alimentos ricos en hierro ayudan a las mujeres que tienen anemia relacionada con el embarazo. Además, el médico examinará tus niveles de hierro durante el embarazo para asegurarse de que la anemia no vuelva a presentarse.

Generalmente, la anemia ocurre durante las primeras fases del embarazo, sin embargo, es posible que algunas mujeres sufran de anemia más adelante durante la gestación. Por eso es importante reconocer síntomas relacionados con la anemia y notificarlos al médico.

Los síntomas más comunes de anemia son:

  • Sensación de cansancio o debilidad
  • Palidez de piel y mucosas
  • Mareos
  • Falta de aire
  • Palpitaciones
  • Cefalalgia (dolor de cabeza)
Fuentes:
www.who.int
www.womenshealth.gov

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