Embarazo Parto

Rotura de aguas: ¿qué hacer cuando sucede?

La rotura de aguas indica que el saco amniótico que contiene al bebé se ha roto y, por lo tanto, el parto y sus diferentes etapas han comenzado. El líquido que sale es líquido amniótico. No todas las mujeres rompen aguas antes de iniciar las contracciones.

Cuando se pronuncia la palabra «parto» a las mujeres embarazadas, estas suelen dividirse en dos grandes grupos. Hay quienes prefieren no pensar en ello hasta el momento en que sucede, y quienes optan por prepararse física y mentalmente para el gran acontecimiento, para intentar tenerlo todo bajo control pero también para vivirlo lo mejor posible.

Durante el embarazo, el bebé está contenido dentro de dos membranas muy resistentes, y sumergido en líquido amniótico.

Estas dos membranas, llamadas corion y amnios, debieran permanecer intactas hasta el final del embarazo.

Si le aguas se rompen, el líquido amniótico se escapa y se dice que se «ha roto aguas”.

El «rotura de aguas «

Las membranas pueden romperse antes de que lleguen las contracciones pero también durante cualquiera de las etapas del parto, o incluso no romperse en absoluto de manera autónoma.

Si se rompen aguas antes de las 37 semanas, se habla de ruptura prematura de aguas (RPM) y, en este caso, es importante y necesario ponerse en contacto inmediatamente con el centro elegido para el nacimiento o bien con la comadrona u obstetra para que intervengan de inmediato, ya que pueden surgir problemas respiratorios e infecciosos. La situación puede sobrevenir por infecciones vaginales no tratadas, cirugía en el cuello uterino, tabaquismo de la madre, hematomas en el útero, o a veces ocurre sin razón aparente.

Si la rotura de las membranas ocurre antes de la semana 34, se inicia un tratamiento con antibióticos, se administran cortico-esteroides para la maduración pulmonar del feto y se prescribe reposo absoluto esperando que el descanso permita alcanzar la madurez total del feto.

Si la ruptura ocurre después de la semana 34, el bebé puede nacer y se espera que lleguen las contracciones, que generalmente lo hacen espontáneamente dentro de las siguientes 24 horas; de lo contrario suele inducirse el parto. Depende del los resultados del análisis de sangre que se suele hacer al llegar al hospital.

Si la ruptura ocurre después de la semana 37, se considera que entra dentro de la normalidad. Entre las semanas 36 y 37, se realizan frotis recto-vaginales para descartar infección por estreptococos. Si el resultado resulta positivo, se inicia un tratamiento con antibiótico. Por el contrario, si no se observa infección, se repite cíclicamente hasta el nacimiento del niño.

Síntomas de parto: la rotura de las aguas

La ruptura de las membranas no es dolorosa, por lo que puedes notarlas porque habrás mojado tus braguitas y probablemente también los pantalones.

Usa un tejido blanco de algodón, para poder apreciar el color del líquido amniótico y, en lugar de poner una compresa absorbente, utiliza una toalla de algodón. Serás más consciente de la cantidad de pérdidas pues una compresa absorbe demasiado y falsifica el volumen de pérdidas.

Si tienes alguna duda de que sea orina, basta con olerla y, una vez cambiada de ropa, si continúas perdiendo líquido, no te quedarán dudas.

De hecho, a menudo ocurre que el flujo vaginal simple, llamado leucorrea o hidrorrea, se confunde con líquido amniótico. También podría confundirse con orina muy clara e inodora debido a que estés ingeriendo mucho líquido. En estos casos de duda, como decíamos más arriba, simplemente coloca un paño de algodón y verifica si continúa mojándose.

¿Qué hacer en caso de rotura?

En resumen, si te encuentras antes de la semana 37 de tu embarazo, debes ir al centro elegido para tu parto y, si ya has pasado la semana 37, tienes dos opciones:

Sin haber detectado estreptococo en los muestreos recto-vaginales, controla el color del líquido que se va perdiendo. Si es tan transparente como el agua, ve tranquilamente al hospital después de una ducha relajante o de ultimar los preparativos finales.

Si el líquido amniótico tuviera un color verdoso, indicaría que tu bebé tiene algún tipo de sufrimiento por lo que deberás acudir con urgencia a un centro hospitalario para verificar su estado de salud.

Con detección previa de estreptococco, debe inciarse el tratamiento con antibiótico así que acude al centro hospitalario para obtener las indicaciones necesarias.


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