Lactancia

¿Cuándo llega la subida de la leche?

¿Cuándo llega la subida de la leche una vez superado el parto?¿Qué cambios sentirás en el cuerpo en los primeros seis días como madre?

Después del parto, las emociones están por las nubes y al mismo tiempo, particularmente aquellas que se han convertido en madres por primera vez, temen no conseguir amamantar a su bebé.

Esto es lo que sucede en las primeras horas y los primeros días de la vida de tu bebé. La mayoría de las madres consiguen producir la leche necesaria para su bebé y, cuando esto no sucede, sólo tienen que confiar en sus propias habilidades, en las del bebé y en un profesional.

 

Immediatamente después de dar a luz

La leche

Nuestro cuerpo empieza produciendo calostro (de un color amarillento) en pequeñas cantidades. El calostro se conoce también como «la primera leche«, es un líquido seroso, rico en inmunoglobulinas A y otras células del sistema inmunológico. Su función principal será de la de protección del bebé, cuyo sistema inmunitario carece aún de la madurez necesaria para defenderlo.

El calostro además de las inmunoglobulinas y los leucocitos, obviamente tiene también función alimentaria. Contiene agua, proteínas, grasas e hidratos de carbono.

El bebé

Si al nacer lo pones en tu regazo, a menudo podrás ver como va reptando hasta tu pecho, guiándose por el olfato. Es una experiencia hermosa, sorprendente y emocionante.

Estás cansada pero muy emocionada y la felicidad de tener finalmente al bebé en sus brazos te hace olvidar los dolores del trabajo de parto de las horas previas.

 

Las primeras 12-24 horas desde el nacimiento

La leche

El niño toma aproximadamente una cucharadita de calostro en cada toma.

No se dice suficiente que el calostro tiene todo lo que el niño necesita y en la cantidad exacta para estas primerísimas horas de vida.

El bebé

Es normal que duerma mucho ¡Para él también, el parto y su nacimiento, fueron un reto y un esfuerzo sobrehumano!

Las tomas pueden ser cortas y un poco desordenadas. Procura ponerte al bebé al pecho cada vez que se despierte; aprovecha su instinto para que practique la succión y estimule tu pecho cada 1-2 horas. Verás que succiona, hace una pausa, chupa, saborea, duerme… y luego vuelve a succionar.

El cansancio que se había aplazado en las primeras horas gracias a la emoción empezará a aflorar. ¡Intenta descansar mientras estás en el hospital! No tienes que preparar tu comida, ni limpiar, recoger, ni nada. Necesitas estos días para recuperar fuerzas.

 

Los siguientes 3-5 días

La leche

Subida de leche en camino! Es normal que al principio la leche tenga un color amarillo; tal como comentábamos anteriormente, al principio es el imprescindible calostro. Habla con una comadrona o una asesora de lactancia materna si la leche no sube. Conserva la calma porque es totalmente normal que tome un tiempo. Asegúrate de seguir poniendo a tu bebé al pecho tan a menudo como puedas ya que eso estimulará la subida.

El bebé

Él también pedirá estar en brazos y mamar con frecuencia lo cual ayudará al pecho a producir leche. Probablemente lo amamantarás unas 8-12 veces en 24 horas. No comerá en horarios preestablecidos sino a demanda. Es la mejor manera de favorecer una producción abundante y suficiente de leche.

Dado que la leche materna es mucho más fácil de digerir que la de fórmula, los bebés alimentados con leche materna comen con más frecuencia que los niños alimentados con fórmula infantil.

El ritmo de succión del bebé es lento y largo, y puedes oírlo tragar con un ruido típico que aprenderás a reconocer.

El pecho está ya muy lleno y es posible que necesites discos absorbentes para secar el exceso o la producción espontánea del pecho que “reposa”.

 

Las primeras 4-6 semanas

La leche

La producción de leche se estabiliza y se adapta a la demanda del niño, subiendo escalonadamente cuando él así lo requiere y provoca demandando más tomas.

El bebé

El estómago del bebé aumenta de tamaño y por tanto toma más leche en cada toma.

Tu bebé ha ganado en eficiencia. Las tomas se vuelven más rápidas e incluso el tiempo entre una toma y la siguiente podría aumentar.

El cuerpo se ha acostumbrado a dar de mamar, los senos son más blandos y elásticos, y los discos absorbentes ya no te hacen falta. Has alcanzado tu equilibrio y dominio de la lactancia. De todos modos, no deseches la opción de consultar con un grupo o consultora de lactancia; pueden darte buenas ideas o explicarte algunas sensaciones que vayas descubriendo.

Disfruta de esta experiencia. Es irrepetible!


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