Aunque parece que nada ha cambiado, pronto recibirás una noticia muy importante: ¡por fin estás embarazada!
La tercera semana de gestación es el momento en que se produce la ovulación y la concepción y, por tanto, es la primera semana de embarazo real. Durante estos días, el óvulo fecundado se anida en el útero, que será el hogar de tu bebé durante los próximos nueve meses.
Cómo cambia tu cuerpo
Señales de ovulación
Los días más fértiles del ciclo van acompañados de cambios particulares en el moco cervical (la sustancia fibrosa producida por la membrana mucosa del cuello uterino). Como resultado, notarás que tu flujo vaginal se vuelve más abundante, provocando la típica sensación de «humedad», y cambia de consistencia, adquiriendo un aspecto fibroso y de clara de huevo. Estas características son esenciales porque facilitan el ascenso de los espermatozoides en el canal vaginal y aumentan su tiempo de supervivencia, lo que favorece el encuentro con el óvulo y, por tanto, la fecundación.
Enhorabuena: ¡estás embarazada!
Aunque parezca que nada ha cambiado, estás ante una noticia muy importante: ¡por fin estás embarazada! Con la ovulación, el folículo dominante ha expulsado un óvulo maduro, que ha sido fecundado por un espermatozoide. Su fusión forma la primera célula de tu bebé, que comienza su transformación en embrión y continúa su viaje hacia el útero, donde se anida.
¿Manchas de implantación o de menstruación?
La anidación (también llamada nidación o implantación) se produce entre 5 y 8 días después de la concepción y a veces va acompañada de un ligero sangrado, que se denomina manchado o hemorragia de implantación. A diferencia de la menstruación normal, se trata de pequeños restos de sangre, generalmente de color rosado o marrón. Sin embargo, ten cuidado: no todas las mujeres los ven, por lo que la ausencia de este signo no significa que el embarazo no haya sido exitoso.
La hormona del embarazo
Una vez que se ha producido la implantación, comenzará a producirse en tu cuerpo la hormona beta HCG, más conocida como la hormona del embarazo, que impide la llegada de la menstruación y es responsable de muchos de los síntomas que acompañan al embarazo.
La hormona beta HCG crece constantemente, y su comprobación es una de las formas de saber si estás embarazada y si el embarazo progresa adecuadamente en las primeras semanas. Mientras tanto, tu sistema inmunitario cambia para proteger a tu bebé, de modo que no lo reconozca como un cuerpo extraño y no sea atacado por tus células de defensa.
Cómo crece el niño
Como una pequeña mora
Tu bebé se forma inicialmente a partir de una sola célula, el cigoto, que ya contiene toda la información genética que guiará su desarrollo, como el sexo o el color del pelo. Unas horas después de la concepción, el cigoto comienza a dividirse en más y más células idénticas y viaja por la trompa de Falopio hacia el útero. Cuando llega al útero, unos tres días después de la fecundación, es una pequeña masa de unas 16 células y ha adoptado la forma de una pequeña mora (conocida como mórula).
Implantación del embrión
Las células de tu bebé siguen creciendo, pero poco a poco se quedan sin energía para seguir desarrollándose. Por eso, cuando el bebé ya está formado por un centenar de células (lo que se conoce como blastocisto), se implanta en la pared interna del útero para recibir el alimento necesario para continuar su crecimiento. Esto marca el final de la etapa preembrionaria y desde este momento hasta las 9-12 semanas de embarazo, el bebé se denomina embrión.
Sabes que…
Cada óvulo puede ser fecundado por uno y sólo un espermatozoide. Una vez que se ha producido la fecundación, el óvulo cambia su superficie, impidiendo la penetración de otros espermatozoides.
Para papá
Ahora que tú y tu pareja habéis completado el «maratón de días fértiles», piensa en la distracción y la relajación, para que las dos semanas previas a la posible prueba de embarazo no se caractericen por un exceso de ansiedad y estrés.
Controles y exámenes a realizar
- Examen y pruebas de preconcepción
Además de empezar a tomar un suplemento de ácido fólico, es aconsejable consultar a su ginecólogo para que evalúe la examen preconcepcional a realizar.
Consejos para la tercera semana de embarazo
Aunque tendrás que esperar al menos dos semanas antes de que una prueba de embarazo te confirme que estás embarazada, empieza a actuar ya como tal: toma un suplemento de ácido fólico, come de forma saludable, haz ejercicio y evita fumar y beber alcohol: ¡la salud de tu bebé empieza antes de la concepción!