Los hábitos alimentarios (como el consumo de huevos) de la madre antes y durante el embarazo. Pueden tener importantes repercusiones no sólo en su propia salud, sino también en la del bebé. Un conocimiento profundo del valor de ciertos alimentos en la dieta puede. Ayudar a tomar decisiones más seguras e informadas.
Los huevos han sido demonizados en el pasado. esto es por su alto contenido en colesterol: un huevo contiene cerca del 80% del límite de ingesta diaria de colesterol. Pero estudios recientes han demostrado que el colesterol de la dieta sólo influye en parte en la concentración de colesterol en la sangre; las grasas saturadas, en cambio, contribuyen en mayor medida, ya que son las responsables directas del aumento de los niveles de colesterol e, indirectamente, del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
En lo que respecta al periodo de gestación, un estudio estadounidense que examinó el consumo de huevos en mujeres embarazadas encontró una asociación positiva con el riesgo de diabetes gestacional, una de las complicaciones más comunes que pueden producirse en la segunda parte del embarazo. Sin embargo, este riesgo aumentaba considerablemente cuando el consumo superaba los 6 huevos a la semana, mientras que no se encontró ninguna relación para el consumo moderado (de 1 a 4 huevos).
La composición del huevo
El huevo consta de tres partes: una cáscara exterior formada esencialmente por carbonato cálcico y una parte interior, que a su vez se divide en yema y albúmina.
La yema, la parte naranja del interior del huevo, contiene la mayor parte de la grasa y es donde se concentran el colesterol, las vitaminas liposolubles y otros minerales. La clara de huevo, en cambio, está compuesta principalmente por agua y proteínas.
Además, el huevo es una fuente de hierro, zinc y varias vitaminas. Una de las más importantes es sin duda la B12, una vitamina que no se encuentra en los alimentos de origen vegetal y que es esencial para la formación de glóbulos rojos y el buen funcionamiento del sistema nervioso. Gracias a su composición, un huevo cubre aproximadamente la mitad de las necesidades diarias de B12. Las vitaminas A y D también están presentes en buenas cantidades. Las proteínas del huevo. Por su alto contenido en aminoácidos esenciales, tienen el mayor valor biológico de todas las proteínas alimentarias, incluso superior al de la leche materna.
Las recomendaciones del SINU son tomar 1-2 raciones de huevos a la semana, considerando que una ración equivale a un huevo (50 g netos de cáscara).
Importancia de la ingesta de huevos durante el embarazo
Por ello, algunos estudios han destacado la importancia de la ingesta de huevos durante el embarazo.
Se correlaciona con una mejor composición de la leche materna. Los huevos son también una fuente importante de colina: esta sustancia es un constituyente de las membranas celulares que se encuentran en el cerebro y de ciertos neurotransmisores; una mayor ingesta de colina. Por tanto, una dieta rica y equilibrada en la madre se asociaría con un mejor rendimiento cognitivo en el niño.
Un estudio publicado en 2018 analizó los efectos de la suplementación con colina en el embarazo en un grupo de mujeres. Aportando 2 cantidades diferentes de colina en el último trimestre: los resultados mostraron que los hijos de las mujeres que habían recibido una cantidad mayor tenían una mejor capacidad de procesar información en el primer año de vida. Los huevos son una valiosa fuente de nutrientes para el sistema nervioso por su alto contenido en proteínas y vitaminas.
A pesar de la capacidad del organismo para sintetizar colina, la demanda de esta sustancia suele superar la capacidad de producción, por lo que estamos obligados a obtener cantidades adecuadas de la dieta.
Teniendo en cuenta los riesgos que conlleva el consumo de huevos crudos y cremas de huevo durante el embarazo, los huevos deben estar siempre bien cocidos.
¿Cuántos huevos a la semana en el embarazo?
Las recomendaciones del SINU son tomar 1-2 raciones de huevos a la semana, considerando que una ración equivale a un huevo (50 g netos de cáscara).
Por tanto, los huevos deben estar siempre presentes en la dieta de las mujeres durante la maternidad, siempre que sea en cantidades moderadas: hay que prestar más atención a los alimentos ricos en grasas saturadas, como las carnes rojas y procesadas (embutidos), los quesos grasos y los dulces.
Teniendo en cuenta los riesgos que conlleva el consumo de huevos crudos y cremas de huevo durante el embarazo, los huevos deben estar siempre bien cocidos.
Dra. Francesca Giopp para Madegus
Fuentes
- Normas de porción cuantitativa, (2014). SINU.
- Qiu et al., (2011). Riesgo de diabetes mellitus gestacional en relación con la ingesta materna de huevos y colesterol. American journal of epidemiology, 173(6), 649-658.