Las compresas postparto se mencionan a menudo en las listas para hacer la maleta para el hospital, pero muchas futuras madres se preguntan si este tipo de compresa es diferente de la que se utiliza normalmente para la menstruación.
Tras el parto, ya sea natural o por cesárea, se produce una hemorragia, más abundante que la menstruación normal. Precisamente por este motivo, se necesitan tampones especiales, diseñados especialmente para el posparto. Las pérdidas pueden durar hasta 40 días y son mayores inmediatamente después del parto, para luego ir disminuyendo con el tiempo hasta desaparecer por completo.
¿Cómo son las compresas posnatales?
Las compresas postparto son exclusivamente externos. De hecho, los tampones internos están absolutamente desaconsejados en el puerperio, porque favorecen las infecciones vaginales.
Para contener el abundante flujo de las pérdidas posparto, estos productos suelen ser más grandes que los utilizados para la menstruación y tienen un buen poder de absorción, además de estar fabricados con materiales transpirables. Generalmente no tienen alas y a veces no tienen adhesivo.
Hay muchos tipos de tampones en el mercado que pueden utilizarse en esta ocasión. Es importante que la nueva madre elija un modelo cómodo que le ayude a gestionar mejor su higiene íntima en estos delicados días.
Para los primeros días, el consejo es elegir compresas muy grandes, es decir, con una buena capacidad, a ser posible de algodón y sin perfume. Cámbialos a menudo y lava tus partes íntimas con agua, sin jabón, en cada cambio.
Si quieres optar por una opción respetuosa con el medio ambiente, también existen cojines posnatales textiles lavables.
¿Cuándo y cómo se utilizan estas almohadillas?
Las compresas posparto se utilizan generalmente en los días inmediatamente posteriores al nacimiento del bebé, desde la estancia en el hospital. Para que el cojín posnatal se ajuste bien, se recomienda el uso de pantalones de malla elástica, tanto desechables como lavables.