El picor en la tripa durante el embarazo es una dolencia bastante común, que afecta a alrededor del 20% de las futuras madres.
Este síntoma suele afectar sobre todo al vientre y a los pechos (incluidos los pezones): en estas zonas, de hecho, la piel está sometida a un considerable estiramiento, debido al progresivo aumento de volumen del útero y de las glándulas mamarias.
Sin embargo, la sensación de picor también puede producirse en otras zonas del cuerpo, entre ellas:
- piernas
- el ombligo
- manos
- pies
Picores en el embarazo: ¿Cuándo se producen y por qué?
Primer trimestre
El picor puede aparecer ya al principio del embarazo. O puede ser un picor en la tripa durante el embarazo. La causa suele ser el aumento del flujo sanguíneo a los tejidos, que a su vez depende de los cambios hormonales.
En esta fase, es típico sentir un picor especial en los pechos o en los pezones, que desde las primeras semanas aumentan de volumen y comienzan a prepararse para la lactancia.
Segundo y tercer trimestre
En el segundo trimestre, puedes empezar a sentir picores en el vientre y los pechos, debido al progresivo aumento del abdomen y las glándulas mamarias.
Sin embargo, el picor en el embarazo suele aparecer sobre todo en el tercer trimestre y al final del mismo, cuando el estiramiento de la piel es mayor.
Este síntoma también se ve acentuado por la sequedad de la piel, que a su vez se ve favorecida por las hormonas de la gestación.
¿Cómo aliviar los picores durante el embarazo?
Lamentablemente, no es posible prevenir este trastorno por completo. Sin embargo, existen varios remedios contra el picor en el embarazo. Veamos cuáles son.
- Aplique hielo durante 5-10 minutos en las zonas donde sienta el picor. Esto debería proporcionar un alivio temporal.
- Utiliza una crema hidratante adecuada para el embarazo para combatir la sequedad y la pérdida de elasticidad de la piel. En particular, la aplicación de un aceite a base de vitamina E puede ser una verdadera panacea para aliviar el picor.
- Evite los baños o duchas demasiado calientes y prolongados, para evitar una deshidratación excesiva de la piel.
- Utiliza un limpiador suave, poco espumoso y sin perfume para pieles sensibles y aclara bien antes de secarte. Para reducir el picor, también puede ser muy útil sumergirse en un baño de agua tibia y avena coloidal durante unos minutos, lo que ayuda a reequilibrar el pH de la piel.
- Permanezca en un ambiente fresco y ventilado. Por el contrario, es mejor evitar salir en las horas centrales del día, ya que el calor puede empeorar el picor.
- Utiliza ropa cómoda de fibras naturales para evitar roces e irritaciones excesivas y favorecer la transpiración natural. En particular, el uso de calzoncillos de algodón puede ayudar a prevenir la aparición de infecciones vaginales, que pueden provocar picores íntimos.
- Bebe a menudo: hidratar la piel «desde dentro» es esencial para contrarrestar la sequedad cutánea.
- Ralentización: la ansiedad y el estrés pueden contribuir a empeorar este síntoma.
Picores en el embarazo: ¿Cuándo hay que preocuparse?
Los picores leves o moderados durante el embarazo son completamente normales y, aparte de la sensación de incomodidad, no tienen consecuencias graves para la madre y el niño.
Sin embargo, en casos más raros, este síntoma puede señalar la presencia de una enfermedad o de complicaciones (como la colestasis gravídica o la PUPP) que requieren una evaluación médica y un seguimiento o tratamiento adecuados.
Por este motivo, es esencial que se ponga en contacto con su ginecólogo si se produce alguna de las siguientes condiciones:
- El picor en el embarazo es intenso o se produce en todo el cuerpo (y especialmente en las manos y los pies);
- aparecen puntos rojos en la piel (erupciones) asociados a picores.
En estos casos, el médico puede exigir más pruebas o una consulta con un dermatólogo para diagnosticar el problema y prescribir el tratamiento más adecuado.
Principales fuentes
- Asociación de la Academia Americana de Dermatología. Cómo aliviar el picor de la piel.
- Bergman H et al. Prurito en el embarazo. Canadian Family Physician 2013; 59(12):1290-1294.